Nuestra semana ha sido muy
aventurera, hemos podido hacer mucho más turismo que la pasada. Todo precioso,
una ciudad que merece la pena “patear”.
En las prácticas todos bien,
nos vamos acostumbrando a estar las horas de trabajo y sintiéndonos más cómodos.
En la residencia tenemos una convivencia
muy buena, somos muy diferente pero nos sabemos entender y nos
respetamos. Ahora estamos en "nuestra casa lisboeta" cenando y organizando el día de mañana.